domingo, 28 de octubre de 2012

Capítulo 15: The importance of saying how you feel.


–¿Alex?
–Sí, creo que así me llamo... ¿Cómo tú por aquí? –dijo él sin dejar de sonreír.
–Ya te dije que estaría por aquí todo el verano... Ah mira, ésta es April, una amiga.
–Encantada –dije y nos dimos dos besos en la mejilla.
–Igualmente. Oye, esta noche voy a jugar una partida de bolos con unos amigos, ¿os venís?
–No podemos, ya hemos quedado –dije secamente, anticipándome a Gwenny.
Cogí dos de las granizadas y di las diez libras, devolviéndome dos.
–Bueno, de todas formas nos veremos, seguramente nosotras también vengamos a echar una partida esta noche –le dijo Gwen mientras cogía las otras dos, intentando arreglarlo.
–Adiós entonces –dijo él, sin borrar aquella estúpida sonrisa de su cara, era como si siempre estuviera sonriendo.
Nos alejamos con las granizadas, pero antes de llegar a la escalera mecánica Gewn rompió el hielo.
–¿Por qué has hecho eso? –dijo Gwen molesta.
–¿El qué? –dije haciéndome la loca.
–Ya sabes a lo que me refiero, April. Has sido borde con él –me encogí de hombros.
–Y qué quieres que haga –dije simplemente, y bajamos las escaleras. Cuando llegamos abajo, ella volvió a hablar:
–Es porque se parece a él, ¿verdad? –me dijo, y se paró en seco. Reflexioné un rato mi respuesta, ¿realmente había sido borde con un chico al que no conocía solo porque se parecía a Simone?
–Sí –dije con un hilo de voz.
–Oh April... –dijo cariñosamente mientras me abrazaba con fuerza, yo le correspondí agradecida al abrazo.
Gwenny era la que siempre me consolaba cuando estaba triste, no quiero decir que las otras no lo hagan, pero con ella es diferente. Sabe qué decir y qué hacer para hacerte sonreír, un simple abrazo de ella hace que te sientas instantáneamente

*********************************************
[Narra Gwen]

La partida acabó rápido, ganando Harry a todos. A mí todavía me quedaba media granizada, que estaba buenísima, sinceramente, cuando Liam se me acercó.
–Seguro que hizo trampas –dijo sonriendo.
–Uy sí vamos, estoy convencidísima de ello... –dije irónica, él se rió, y los ojos se le achinaron adorablemente, acerqué la granizada a su boca, sonriendo: –¿Quieres un poco? Está buenísima.
–Sí, gracias –dijo, y tomó la pajita para después introducirla en su boca y comenzar a absorver granizada.– Hmm, sí que está buena –dijo con una sonrisa, yo asentí, y nos acercamos a los demás.
Todos hablaban entre ellos, menos Louis, que me miraba atentamente, recorrió mi cuerpo con su mirada y sonrió.
–¿Qué? –dije algo intimidada por su mirada.
–Te quedan bien los tirantes –dijo con una sonrisa de oreja a oreja, y fue ahí cuando me di cuenta de que él también llevaba tirantes en sus pantalones, agaché la cabeza porque mis mejillas habían empezado a ponerse de un tono rosado.
–Gracias... –dije simplemente. "Y a ti también" pensé en añadir. ¿Pero en qué estaba pensando? Es Louis.
–Seguro que acabas de pensar en decirme que a mí también me quedan bien, ¿me equivoco? –dijo adivinando mis pensamientos, ¿tanto se me nota? Me sentí incómoda.
–Para nada.
–No puedes mentirme Gwenny –es la primera vez que me llama por mi nombre, bueno, o por mi apodo. Lo dijo... ¿con cariño? ¿O me estoy montando una película yo sola?
–¿Cómo estás tan seguro? –dije curiosa.
–Cada vez que mientes miras hacia la izquierda inconscientemente, y te llevas la mano a la boca, como si quisieras evitar que las palabras salgan de tu boca.
Sonreí. Sí, no sé por qué, pero sonreí a aquellos ojos azules que me miraban con una expresión la cual no pude descifrar.
–Ah, por cierto... –dijo sonriendo de lado, se acercó a mí, y la piel se me erizó al momento que rozó mi cuello.
–Qu...¿Qué haces? –dije algo confusa.
Oí un crujido, y sonriendo, volvió a estar frente a mí. Muy cerca, demasiado. Alzó su mano, y pude ver cómo sujetaba la etiqueta de mi camiseta nueva, y hacía grandes esfuerzos para no reírse.
–Oh dios... ¿En serio? –dije riendo– No me puedo creer que hayas hecho eso.
–Soy observador –dijo encogiéndose de hombros y volviendo a sonreír de lado.
Después de un rato en silencio, me sonrió y cogió mi vaso de granizada, al que ahora no le quedaba tanto gracias a Liam. 
–Eh podrías pedirlo, ¿no? –dije molesta.
–¿Puedo cogerla? –dijo ya absorbiendo granizada de la pajita.
–Tú tranquilo, coge y tal.
–Ajá.
–Bueno, me voy. Acábatelo, para lo que queda... –dije molesta y fui hacia el grupo.
–¡Gwen!
–¿Sí? –dije volviéndome.
–Se te ve medio trasero con esos shorts –dijo señalando con la cabeza mis pantalones cortos, le hice el corte de mangas y me fui. Gilipollas. ¿A qué ha venido eso?

**[Narra Louis]**

Ella se alejó tras esto último, y noté como una mano se posaba en mi hombro, era Liam.
–Tío, así no vas a conquistarla –dijo negando con la cabeza. Yo reí irónico.
–¿Conquistarla? Eso es lo último que quiero hacer.
–De todas formas, no le hagas daño, es una buena chica –dijo alejándose hacia los chicos.
–¿Sabes? A veces pienso que eres tan cursi que pareces homosexual –dije alzando un poco el tono de voz.
–Uy sí cariño, y tú eres mi novio –dijo él, y giró sobre sus talones para mirarme, y yo le respondí levantando mi dedo corazón. Él sonrió y siguió caminando.
¿Conquistarla? ¿A ella? Ni que no tuviera otras cosas más importantes que hacer. Negué con la cabeza y comencé a caminar hacia el grupo. Soy joven, no tengo tiempo para pensar en tonterías... No, definitivamente no podía pensar en ella más que como en un posible polvo.
Pero aunque nunca lo reconocería en público, aquella chica tenía algo especial...

*****************************************
[Narra April]

"¿Y si vamos a la bolera?" había dicho Sam ilusionada, a ella le encanta jugar a los bolos. Y sí, es buena. Al contrario que yo. Subimos las escaleras y llegamos al recinto. Busqué con la mirada a Álex, algo que también hizo Gwen.
Jugamos a los bolos, pero como éramos nueve, las chicas y Niall nos pusimos en un equipo, y los chicos en otro. Empezamos a jugar, y a medida que el juego iba avanzando, ellos se daban cuenta de que Sam era muy buena jugando. Había metido dos plenos y varios semiplenos.
–Te toca, April –me dijo Ronnie tras haber marcado un semipleno.
–Vale, a ver qué sale ahora... –dije cogiendo la bola azul.
Yo ni siquiera había conseguido un semipleno todavía, e iba la última de todos. Pero a mí no me importaba, era solo un juego. Me acerqué a la pista, y antes de tirar, oí como Louis decía que "Va a terminar la partida y ni siquiera ha metido ni un semipleno" dijo riendo, pero no de mala manera, era la verdad. De todas formas, me lo tomé como un desafío, y concentrándome en los bolos, cogí carrerilla y lancé la bola a una velocidad normal, pero justo en el centro de la pista. Todos se quedaron callados, y aquel momento pareció como si hubiera pasado a cámara lenta. La bola dio justo en el centro, derrumbando nueve bolos. Volví a coger la bola azul, y la volví a tirar, ésta vez dirigida al último bolo de la esquina izquierda. Durante dos segundos, todos nos quedamos callados, pero yo rompí el silencio con un grito de victoria.
–¡¡¡SÍ!!! –dije saltando de la alegría. Sam y Ronnie se me acercaron y me abrazaron contentas, y luego se unió Gwen. Cuando nos separamos vimos que Niall y los chicos estaban aplaudiendo, incluído Zayn. Sonreí. De nuevo.
–No os hagáis ilusiones, todavía os vamos ganando –dijo Harry señalando la pantalla con el dedo.
–¿Y qué más da? ¡Acabo de meter un semipleno! –dije contenta, para mí eso era como si hubiera ganado una medalla olímpica.

**************************************
[Narra Samantha]

–Bueno Sam, éste es "el tiro", ¿vale? Si haces pleno, ganamos. –Me dijo Niall sonriendo mientras me daba la bola– Suerte –añadió, y me besó en la mejilla derecha.
A mí el corazón me latía a mil por hora, y no sabía si era por los nervios o era por él. Decidida, me acerqué a la pista con paso rápido, y una vez en el borde, lancé la bola roja. Momento de tensión, la bola iba lenta, demasiado. Yo me empecé a poner nerviosa, la bola se me había escapado de la mano antes de tirarla, todos seguían con la mirada a la bola roja, que finalmente acertó en el centro, y los bolos empezaron a caer, nueve bolos. El bolo restante estaba tambaleándose mucho. Todos continuaban estando callados, y en un ruido sordo, finalmente el bolo cayó. En la misma milésima de segundo en la que el bolo cayó, di un gran salto en el aire gritando "¡SÍÍ!". 

Niall se me acercó con una sonrisa de oreja a oreja, tan contento como yo, y nos abrazamos. "Lo conseguiste" me dijo mientras nos abrazábamos. Al separarnos, coloqué mis brazos en su cuello y lo acerqué a mí, estampando sus labios contra los míos. Él se sorprendió, pero enseguida cerró los ojos y me correspondió al beso, y puso sus manos alrededor de mi cintura, atrayéndome más a él. Poco a poco fuimos abriendo la boca, y nuestras lenguas se encontraron. Joder, cómo lo necesitaba. 
Oí como todos soltaban un "Awww", y que Harry había gritado "¡Ya era hora, Horan!", entonces alcé mi dedo corazón hacia ellos, y Niall sonrió en mis labios, dándose cuenta de lo que había hecho, y siguió besándome. "Qué monos" había oído decir a Gwen, pero lo oía como algo muy lejano, como si no estuviera en este mundo. Nos separamos por falta de aire, y nos quedamos unos segundos mirándonos a los ojos. "¿Qué mierda me has hecho, Horan? Pareces una adicción para mí, te necesito, y te extraño cuando no estás, ¿me explicas que hiciste para conseguirlo? Me gustas, me gustas mucho" pensé para mí misma, y sonreí. Al ver mi sonrisa, él sonrió también y me volvió a besar, esta vez más despacio. "¡Id a un hotel!" gritó el de las zanahorias riendo. Nosotros reímos, separándonos de aquel beso, y nos giramos para ver a los demás.
Él puso su mano derecha en mi cintura, y me volvió a atraer hacia él. Oí que susurraba un "por fin" para él mismo, y no se percató de que yo lo había oído. Sonreí y me apoyé en su costado, triunfante.
–Hacéis buena pareja –dijo Ronnie sonriendo mientras tomaba otra granizada, esta vez de color ojo.
–Sí, sois súper monos... –dijo Gwen risueña.
–¿Mira que os ha costado eh? –dijo entonces Liam esbozando una sonrisa.

Vimos como aparecían unos chicos, entre ellos uno rubio de ojos verdes, que se acercaba sonriendo.

**[Narra Gwen]**

–¡Hola! –dijo de repente Alex apareciendo detrás de nosotros.
–¡Ah, hola! –respondí sonriendo– Chicos, éste es Alex, un amigo. Ellos se presentaron, y cuando llegó a Louis él sonrió falsamente y se presentó. Revoleé los ojos al ver su reacción. Luego pasó por Liam, y él le sonrió cortésmente y le saludó, tan amable como siempre. Al contrario que con Louis, sonreí.
–¿Qué tal, tío? –le dijo Zayn.
–Bien. Oye, ¿os hace un partido? Nosotros contra vosotros –dijo señalando a sus amigos.
–Por mí vale, pero nosotros somos muchos, ¿no? –respondí señalando al resto.
–Yo no juego –dijo Sam, todas las chicas la miramos con cara de "¿¡Qué haces!?
–Yo tampoco –añadió Niall, y sonrió a Sam. Y todas lo entendimos, y nos sonreímos entre nosotras.
–Bueno, sin la parejita somos siete, siguen siendo muchos... –preguntó Louis.
–Yo paso de jugar –dijo entonces April, y se levantó, supongo que para pedir otra granizada.
–Yo tampoco quiero –dijo Zayn a continuación. Me fijé en que April le miró con mirada asesina, pero él no se dio cuenta. Reí en voz baja.
–Bueno, pues ya está. ¿Qué os parece Ro, Gwen, Liam, Louis y yo contra vosotros? –dijo Harry.
–De acuerdo, éstos son Mike, Andy, Sean y Fuckencio. (Es coña, se llama...ehm.... ¿Charlie? Sí, Charlie. Pero como se parece mucho a Fuckencio, pues las chicas le apodamos así).

Empezamos a jugar, y cada vez que Álex tiraba más de siete bolos me miraba y me guiñaba un ojo... Y yo solo podía sonrojarme y bajar la mirada como una niña tonta.
Liam en cambio era menos creído, y aunque nunca tiraba menos de ocho bolos, no se ponía a restregárselo a los del otro equipo, era todo un caballero.

–No deberías ser tan caballeroso con esos tíos –dijo Louis dándole una palmadita en la espalda, de nuevo, revoleé los ojos.
–Él es un caballero, no como otros –le miré despectivamente y él simplemente me miró con una mirada que no pude descifrar, como tantas otras veces, y tiró la bola. Siete bolos cayeron sobre la pista.
–Oye, Gwen... –dijo Liam, llamando mi atención– Dale tiempo, es difícil de tratar... –dijo sonriendo.
–¿Darle tiempo? ¿A ese? Ni que me faltara un tornillo –dije sin comprender muy bien qué pretendía mi amigo con aquella conversación.
–Le importas Gwen, y sé que él a ti también –dijo mirándome con ternura.

No hay comentarios:

Publicar un comentario